Los caballeros templarios sin lugar ha duda a lo largo de la historia ha sido la orden de caballeros más conocida a lo largo del mundo, desde su fundación en la ciudad santa de Jerusalén, pasando por su súbita desaparición y acabando en la actualidad. Probablemente cuando uno tiende a pensar en los templarios, puede tender a asociarlo a fantasía literaria o cineasta, sin embargo, no hay que ir muy lejos para encontrar vestigios de ellos, vestigios tan importantes como castillos y fortalezas controlados por la legendaria orden.
En la entrada de hoy queremos hablaros uno de estos vestigios, que como decimos no hay que ir muy lejos, se trata de Jerez de los Caballeros, en Extremadura. Construcciones, especialmente fortalezas aunque no exclusivamente, guardan entre sus muros antiguos secretos e intrigas que movieron a los Caballeros Templarios a alguna hazaña. Leyendas, tramas de historia y ficción que figuran un momento concreto, un ideal contado a la manera de antes, cuando los misterios eran parte de la narración misma.
Debió ser muy fuerte la conmoción que produjeron algunos acontecimientos en la fortaleza de Jerez de los Caballeros, cuando todavía hoy se conservan y conocen los hechos que se han transmitido de generación en generación. Y no es otro que la orden de detención de los Caballeros en este al igual que otros lugares de España y la negativa de estos a someterse por una injusta decisión de un injusto Papa Clemente V.
De modo que tuvieron que llegar las luchas inevitablemente. Jerez de los Caballeros había conocido tiempos dorados bajo la administración de los Caballeros Templarios, convirtiéndose en una de las plazas fuertes de la orden. Los caballeros Templarios al ser obligados abandonar el poder se negaron rotundamente, al igual que lo haría el capitán de una embarcación cuando ve que esta se esta hundiendo, su deber era resistir.
Fue en la Torre del Homenaje (también llamada la torre sangrienta) donde soldados cristianos del reino de Castilla recientemente conquistado al dominio árabe, arremetieron contra Jerez de los Caballeros de una forma cruenta. Allí, en el lugar más elevado, exhalando el último grito, los caballeros templarios fueron degollados y arrojados al vacío, sin homenajes ni remordimientos. Desde entonces se conoce esta parte de la fortaleza como la Torre Sangrienta (En la siguiente fotografía tenéis una captura de la Torre).
Los hechos de gran intensidad emocional y que conllevan inesperadas consecuencias suelen permanecer a lo largo de los siglos; estos que aquí hemos referidos, convertidos ya en leyendas y alejadas de su tiempo, es prueba de ello. Los viajeros que se acerquen a estos lugares de leyenda tienen ocasión de ponerse en la piel de aquellos monjes que dominaban la naturaleza del lugar, protegían la sociedad y administraban el territorio. Mirando desde lo bajo a la Torre Sangrienta no es difícil imaginar los cuerpos que caían desde lo alto, echando a la tierra siglos y siglos de servicio mal pagado, solamente recompensado con la memoria que hoy se les guarda.
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