Puede sonar a broma, pero no, no hay trampa en el título de la entrada, se trata de una montaña rusa en la cuál si montas en ella será tu último viaje. Su nombre es Euthanasia Coaster, y ha sido diseñada por el artista e ingeniero lituano Julijonas Urbonas para acabar con sus pasajeros.
Para los más morbosos sentimos informar de que el proceso no termina con un vagón en llamas estrellándose contra un muro de hormigón a 200 kilómetros por hora ni con ninguna ningún elemento mortalmente punzante tampoco. La muerte se produce por hipoxia, o ausencia de oxígeno en el cerebro. Según Urbonas, una forma elegante y entretenida de morir. Pero no compren su boleto todavía: la atracción suicida es un proyecto que no tiene visos de construirse nunca.
El metálico ejecutor consiste en una caída desde 500 metros de altura, seguida de siete frenéticos loopings, que hacen que en menos del minuto que dura el recorrido la fuerza de la gravedad se multiplique sobre los desdichados ocupantes, de manera que su sangre pesa más y desciende camino hacia las extremidades, dejando al cerebro sin riego.
El mecanismo es muy similar a las pruebas de ‘centrífuga humana’ en la que los pilotos de combate simulan las duras condiciones de un pilotaje real así como también lo hacen los astronautas.
En esta prueba los aspirantes se colocan en el interior de un pequeño habitáculo y se les hace girar sobre un eje fijo. La velocidad provoca que la fuerza de la gravedad (que medimos en ‘Gs’) se multiplique hasta alcanzar valores de 6Gs o mayores, es decir, 6 veces la fuerza de la gravedad normal. Esta dura prueba pone al cuerpo humano al límite de su aguante, como podéis ver en el video que os adjuntamos a continuación:
La Euthanasia Coaster somete a sus desdichadas víctimas a una presión cercana a los 10G durante un minuto, más tiempo del que cualquier aviador experto puede soportar. Julijonas Urbonas afirma:
“Gracias a las pruebas para piloto o astronauta, sabemos que cuando la sangre comienza a abandonar el cerebro, la gente experimenta una sensación de euforia”.
Pero a la euforia le siguen el aumento acumulativo del peso de las extremidades, sensación de mareo, pérdida de visión, de la conciencia y finalmente, la muerte.
El invento fue presentado a comienzo de este verano en la convención científica Human+, en Dublín, y por fortuna, se trata sólo de un prototipo.
El nombre de la montaña rusa incita a pensar, se trata de un manifiesto en pos de la Eutanasia o asesinato como otros prefieren llamarlo. En cualquier caso y como nota final, me gustaría recordar una cita del acerca del invento del propio Urbonas:
“En el futuro, podríamos usar la montaña rusa para lidiar con problemas de superpoblación o simplemente si la vida se vuelve muy larga”.
0 comentarios:
Publicar un comentario