domingo, 29 de mayo de 2011

Curiosidades sobre el orgasmo

El orgasmo tiene un papel importantísimo, y no tan sólo porque sea placentero o porque esté asociado al sexo, si no porque cada milímetro del cuerpo humano está comprometido con él y es probablemente la reacción natural más extraña de todo el planeta. Por eso hemos querido dedicar la entrada de este domingo en nuestro blog al orgasmo.

No se sabe mucho sobre el orgasmo, pero os ofrecemos cuatro hechos o curiosidades que muestran la importancia de este mecanismo explosivo en el que rara vez realmente pensamos.

El orgasmo comienza muy temprano

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Desde que se inventó la ecografía, se fueron revelando algunos de los más grandes misterios, incluyendo cómo se divierte un niño dentro del vientre materno. Aunque parezca increíble, más de una vez los videos de ultrasonido tomados a las mujeres embarazadas han captado a los niños firmemente concentrados en decidir si serían diestros o zurdos (una vez tomada la decisión y ya fuera del útero, continuarían entrenando las nuevas habilidades durante décadas). Por si no quedó claro: nos masturbamos antes de siquiera nacer. Claro que no con la misma religiosa devoción: se trata de un reflejo del sistema nervioso, no es un acto consciente. La búsqueda del orgasmo está prescrita en nuestros cerebros, tal como comer o respirar; incluso, como acabamos de ver, aprendemos a masturbarnos antes aprender a comer o respirar. Lo triste de la tecnología es que uno no puede estar a salvo de la mirada de los padres ni siquiera en la incomparable privacidad del útero.

No es necesario tener sexo para tener un orgasmo

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El cuerpo humano esta lleno de zonas erógenas, quizás hayáis oído el bulo popular que son siete, pero lo cierto es que son más de siete: casi todas las zonas del cuerpo son erógenas al ser debidamente estimuladas; el orgasmo es, como dijimos antes, un reflejo nervioso, y no necesariamente está ligado al sexo o los genitales. Este reflejo pude ser activado por prácticamente cualquier estímulo en cualquier parte del cuerpo, especialmente si hay una predisposición mental positiva. Por ejemplo, una mujer reportó tener orgasmos inevitables cada vez que se cepillaba los dientes (que por cierto tenía lo dientes más blancos del mundo). Ni hablar de la mujer de los 200 orgasmos diarios. Incluso algunas pueden tener orgasmos con sólo pensarlo. Comportamientos similares se dieron en hombres parapléjicos, cuya sensibilidad genital era nula. El cerebro siempre buscará alguna manera de obtener esa dulce recompensa. No lo olvidéis la próxima vez que le des la mano a un extraño.

 

Hasta los muertos tienen orgasmos

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Si se puede tener un orgasmo en el útero, antes de nacer, ¿por qué no en el ataúd, después de morir? Si bien el orgasmo tiene un gran componente psíquico, ¡Ni siquiera necesita un cerebro! En cuerpos técnicamente muertos, cuyos órganos se mantienen oxigenados mediante máquinas para poder transplantar sus órganos, se ha visto que, estimulando las zonas correctas de los nervios sacros, éstos pueden alcanzar un orgasmo. Este fenómeno, que es conocido como Efecto Lázaro (en honor al Lázaro que revivió Jesús, aunque no sabemos exactamente cómo lo estimuló para que le dieran tantas ganas de vivir), nos enseña cuan profundamente importante es el orgasmo para el organismo humano. Claro que en este caso es un orgasmo puramente mecánico, sin goce, pero eso es lo importante: estamos hechos para buscar el placer del orgasmo; podemos venir al mundo con uno e irnos con otro. La poesía de la vida.

Beneficios del orgasmo

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Durante un buen tiempo se creyó que las contracciones generadas por el orgasmo femenino ayudaban a los espermatozoides a llegar al óvulo, por lo que los médicos recetaban a las mujeres con problemas de fertilidad que se masturbaran para ejercitar los músculos que supuestamente succionaban el semen. Claro que nunca pudo demostrarse tal cosa. Sin embargo, además del orgasmo, hay una buena razón para la masturbación, al menos la masculina: el semen que se almacena durante más de una semana comienza a mutar y es menos efectivo para fertilizar los óvulos. Así que, ¡sin culpas, estamos cuidando los intereses evolutivos!; sin el orgasmo, esta tarea de mantenimiento sería sólo un trabajo sucio. Por supuesto, el orgasmo es por sí mismo la más válida excusa para masturbarse: produce una inundación de sustancias químicas como la endorfina -conocida como "la droga de la felicidad"-, entre cuyos efectos se cuentan aliviar la depresión y quitar el dolor de cabeza.

1 comentarios:

  1. Uis menos mal que me lo has aclarado, yo nunca me tocaba por que no sabia si hacia mal, pero al parecer haria bien, ya puedo empezar a tocarme¡

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