Algunos ya sabréis que en este blog nos gustan mucho los inventos, sobre todo los inventos absurdos y la verdad es que este que os presentamos hoy, no sabemos si catalogarlo como tal, pero no nos vais a negar que es bastante espectacular.
Así pues, de que se trata este supuesto Zepelín-Ferrocarríl, se trata del sueño de un ingeniero alemán que visionó la audaz idea de un zepelín guiado por carriles o, en la descripción original, un “ferrocarril volante”. El concepto se basaba en unir las ventajas de una nave aérea, como un dirigible, con las de un medio de locomoción terrestre, en este caso el tren. Así nacería un audaz y veloz ferrocarril aéreo movido por electricidad claro que, como la lógica nos dicta, nadie se atrevió a financiar semejante visión.
Por suerte o por desgracia, poca más información se sabe sobre dicho invento, eso sí, no sería éste el único ingeniero alemán con ganas de hacer cosas curiosas, ya que otro ingeniero teutón, Franz Kruckenberg, que diseñó y logró construir prototipos de lo que él llamó Schienenzeppelin, o zepelín sobre raíles. Se trataba de un ferrocarril impulsado por un motor de aeroplano BMW V12 y una gran hélice. Franz dedicó grandes esfuerzos en su desarrollo desde 1929, pero aunque su aspiración de crear todo un “avión” sobre raíles no era mala, tampoco este caso prosperó. Eso sí, en un tramo de vía entre Berlín y Hamburgo, un prototipo de zepelín sobre raíles logró alcanzar la apabullante velocidad de 230 kilómetros por hora.
La Segunda Guerra Mundial terminó con su sueño, pues tanto los prototipos como los materiales destinados a nuevos modelos terminaron como recambios para la maquinaria bélicas.
Por si alguien interesado en más información de la que ofrecemos en esta entrada me gustaría decir que ha sido extraída del número de diciembre de Scientific American, y que es complicado encontrar información sobre el asunto.
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