miércoles, 25 de diciembre de 2013

Tradiciones navideñas perdidas

Tradiciones navideñas perdidas
La historia del viejo mundo ha estado plagada de multitud de fiestas y tradiciones que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos en gran parte por su sentido religioso, dejando prácticamente solo lugar a las fiestas dónde exclusivamente lo único que hacemos es gastar dinero y poco más. Es triste pensar en la multitud de fiestas que ya han desaparecido del calendario acompañadas de las tradiciones que hoy día ya nadie conoce.
A continuación tienes un pequeño listado de éstas particulares costumbres navideñas que hemos perdido con el paso de los tiempos:

Tradiciones en Polonia

Predicciones

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El predecir el futuro era una tradición muy celebrada en Polonia alrededor de la Navidad. Las solteras quienes estaban curiosas sobre su futuro amor no iban a que les leyeran las palmas de sus manos. En ese entonces, el mero día de la Noche Buena, algunas de ellas espiaban a sus vecinos. Si oían la palabra “ir” quería decir que estaría casada en el próximo año. La palabra “sentar” quería decir que estaría solterona por mucho tiempo. Otra manera en la que trataban de averiguar su destino era el cubrirse sus ojos con una venda en camino a la misa de la medianoche de Navidad e ir tocando las cercas de madera. Una estaca liso y recto indicaba un marido listo; una chueca y áspera significaba un marido torpe y raro.

Tradiciones en Estonia

Sauna en Estonia

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Los estonianos tenían la misma tradición para Navidad y Año Nuevo. Preparaban y celebraban en sus hogares una gran fiesta y después iban a las saunas. Los baños de vapor se visitaban antes la misa de la Noche Buena. Para la primera sorpresa navideña, los niños recibían lindos y coloridos prendas para vestir y zapatos nuevos para usar durante la misa al anochecer.

Tradiciones en Cataluña

Farolillos el día de la Concepción

 
El día 7 de Diciembre en Cataluña se tenia una particular costumbre, encender en las ventanas y en la calle una serie de velitas y farolillos rojos como celebración de la víspera de la festividad de la Purísima Concepción de María, que se celebra el día siguiente.
La celebración en Catalunya del encendido de luminarias el día siete tenía un origen secular, la festividad de la Purísima Concepción fue una fiesta muy señalada para la población, conservándose la tradición hasta el siglo XIX. Se anunciaba la solemnidad de la fiesta con un repiqueteo de campanas hasta el toque de oración celebrado a la caída de la tarde. Tras la celebración de la liturgia la gente encendía en las ventanas y balcones de sus casas, unos pequeños recipientes de barro recubiertos con material refractario, provistos de aceite y cordoncito de algodón o cáñamo. Las personas con más dinero o mejor posición social acostumbraban a quemar velitas de cera, que solían ser mucho más caras.
Es curioso saber que esta particular costumbre celebrada en Cataluña tiempos atrás y que por desgracia se perdió, no se ha perdido allende el atlántico, donde ha perdurado al menos en territorio colombiano (Conocido como el Día de las Velitas). Se trata de un curioso ejemplo donde tradiciones cristianas antiguas fueron extendidas al nuevo continente donde allí arraigaron profundamente incluso hasta nuestros días.

Jeroglíficos en las puertas

En las tiendas, el mismo día de la Concepción, se colgaba en la entrada del establecimiento un cartel con un jeroglífico, que se solía también cambiar cada año, y que tenía por objetivo ponderar la devoción de aquellas personas por la Virgen y su Concepción. Justo encima de esta descripción podéis ver un ejemplo recogido por el Costumari Català. En el jeroglífico podemos ver este tipo de carteles e intentar descifrar lo que quería decir. Esta imagen, que por sus grafismos parece pertenecer al siglo XVIII, es una curiosidad ya olvidada. La traducción del jeroglífico sería: “Todo el mundo en armas aclama esta flor y dice que sois concebida sin pecado original”.

Visitar los castillos represores barceloneses

En el siglo XVIII la gente en Barcelona iba visitar el día de la Purísima el castillo de Montjuïc y la desaparecida Ciutadella, dichas fortalezas militares fueron erigida por Felipe V para controlar y bombardear a la rebelde ciudad Condal. Esta tradición, era debida a que: “... el rey Carlos III había declarado a la Virgen de la Purísima como patrona de los dominios españoles; por eso la tropa vestía de gala las fortalezas, tirando salvas de cañonazos reglamentarios y permitiendo al pueblo visitar fortalezas y castillos.”

Tradiciones de la época victoriana

El Pepinillo de Cristal

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Una vieja tradición de esta época era el esconder una pepinillo de cristal en el arbolito de Navidad la noche anterior a la Noche Buena. El que encontrara el pepinillo recibía un regalo especial o el derecho de abrir el primer regalo. La historia detrás de esta tradición data a los tiempo medievales. Un horrible mesonero metió a dos niños en un barril de pepinillos. Cuentan que San Nicolás (Más tarde conocido e idealizado como Papa Noel) pasaba por pura casualidad por el mesón poco después y escuchó el dilema de los dos pequeños. Golpeó el barril con su asta y libró a los pequeños, quienes corrieron a sus hogares para llegar a la cena de Navidad.

La Tarta Humilde


La tarta humilde estaba hecha de vísceras de venado. Eso significa que del corazón, hígado, sesos y todo esas delicias. Los damas comían la mejor parte del venado mientras que los sirvientes tomaban los restos y lo cocinaban, acabando con una tarta. Para el siglo XVII casi todos comían la tarta humilde durante la época navideña hasta que el gobierno lo prohibió.
¿Qué opinas de éstas tradiciones? ¿Crees que alguna de las mencionadas debería volver?

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