¿Sabíais que en las centrales de energía solar se pierde muchísima energía por culpa de la atmosfera, el clima y los ciclos día y noche? Pero a todo esto surge una solución: la instalación de satélites con paneles fotovoltaicos para mandar energía desde el espacio a la Tierra. Los panales solares en órbita situados a unos 35.000 kilómetros de altura, transmitirían mediante microondas o láser con antenas extremadamente directivas, la energía obtenida a una estación en tierra para luego distribuirla por la red.
La principal ventaja es que se dispone de luz solar prácticamente las 24 horas del día, sin el obstáculo de las nubes o el mal tiempo y además hay que tener en cuenta que la atmósfera cancela la mayor parte de la radiación del sol (la cuál es mortal, pero muy energética). Así pues la energía solar espacial hace que la instalación solar sea mucho más productiva, tratándose igualmente de una fuente limpia, inagotable, flexible y segura.
La principal ventaja es que se dispone de luz solar prácticamente las 24 horas del día, sin el obstáculo de las nubes o el mal tiempo y además hay que tener en cuenta que la atmósfera cancela la mayor parte de la radiación del sol (la cuál es mortal, pero muy energética). Así pues la energía solar espacial hace que la instalación solar sea mucho más productiva, tratándose igualmente de una fuente limpia, inagotable, flexible y segura.
La Agencia Espacial de EE.UU. (NASA) y Japón ya estudian instalar 1 km2 de paneles solares en órbita, lo que producirían en un año más energía que todas las reservas de petróleo conocidas. El avance de las nuevas tecnologías ha mejorado sus posibilidades.
0 comentarios:
Publicar un comentario