Es bien sabido que museos hay de todos los tipos, algunos muy populares e increíbles y otros más discretos. Como el que se inauguró en Cancún con la exposición “The Silent Evolution”, del artista británico Jason deCaires Taylor y siendo esta la colección contemporánea submarina de esculturas más grande del momento.
La exposición necesitó casi dos años para estar a punto, tiempo en el cual un equipo de buzos y técnicos han tenido que trabajar a fondo (nunca mejor dicho). En la siguiente imagen tenéis una fotografía del proceso para bajar las estatuas.
El escultor británico ya ha participado en otros proyectos similares que ha llevado a cabo en Reino Unido y el Caribe. Su trabajo, al margen de la calidad creativa y artística, suponen una original alternativa para ayudar a la fauna marina a repoblar arrecifes coralinos. Las esculturas están diseñadas con materiales que promueven la proliferación de corales en ellas, de modo de crear un punto de biodiversidad protegido, donde tanto los corales, como toda la flora y fauna que se desarrolla a su alrededor, puedan vivir en un ambiente seguro.
Algunas de las piezas de la exposición han sido colocados a nueve metros de profundidad. Las cuatrocientas figuras humanas han sido talladas a tamaño natural y configuran el Museo Subacuático de Arte, en el puerto de Cancún.
Los modelos para las esculturas han sido tomados de la realidad y, en algunos casos, han permanecido inmóviles durante horas, mientras eran cubiertos de vaselina y yeso para conseguir los vaciados que luego servirían de moldes para rellenar con cemento y fibra de vidrio y que se han sumergido bajo las aguas mexicanas.
Es curioso, la conjunción de arte moderno y medioambiente que ofrece este museo. Además con el paso del tiempo las estatuas irán cambiando siendo cubiertas con corales y plantas acuáticas realzando esta conjunción y dando un toque claramente único.
Algunas piezas pesan hasta cinco toneladas y el proyecto en sí ha tenido un coste de 250.000 dólares. Además, el éxito ha sido tal que ya se piensa en ampliar el museo a 13 “salas” submarinas que servirán de espacio expositivo para distintos artistas plásticos.
Así pues Cancún puede aumentar su fama no solo por sus espectaculares playas caribeñas de aguas cristalinas sino también por este gran museo que hará las delicias de los más intrépidos.
Que maravilla, es un museo de lo mas curioso.
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