A decir verdad existen muchos personajes navideños, de hecho, Santa Claus y los Reyes Magos no son los únicos personajes mágicos que aparecen en las tradiciones navideñas, y muchos españoles son testigos de ello. España, es un país plural, con multitud de culturas ricas en folclore y tradiciones.
Así pues, para todos aquellos que desconozcáis a estos simpáticos personajes navideños os dejamos con esta recolección de los más populares de la península:
Tió de Nadal
Sin duda el personaje navideño más singular del folclore español es el Tió de Nadal (Nadal significa "Navidad" en gallego, catalán, aragonés y occitano) es un personaje mitológico catalán y relata una tradición de Navidad en Cataluña. Esta tradición también se puede encontrar en Occitania bajo el nombre Cachafuòc o Soc de Nadal, y en Aragón como Tronca de Nadal o Toza, todos ellos antiguos territorios de la Corona Aragonesa.
En el día de la Inmaculada Concepción (esto es, el 8 de diciembre), se empieza a “dar de comer cada noche a un tronco”, y se tapa normalmente con una manta para que no pase frío durante la noche.
Lo más curioso de este curioso personaje navideño, es como entregaba los regalos a los niños, antiguamente se ponía el Tió al fuego para que soltara los regalos que hubiera tenido dentro, actualmente ya no se quema el Tió, sino que tan sólo se le obliga a defecar repetidamente a base de arremeterle golpes de bastón acompañados de las llamadas canciones del Tió.
El Tió nunca defeca objetos grandes (estos ya los traen los Reyes Magos) sino chucherías, barquillos y turrones para los más pequeños. Según la comarca defeca higos secos y cuando deja de defecar (porque ya no le queda nada) defeca un arenque salado, un ajo, una cebolla, o se orina en el suelo.
La tradición del Tió está emparentada con la del árbol de Navidad, también portador de regalos para los más pequeños de la casa. En Galicia se quemaba un leño en Nochebuena: o tizón do Nadal, de origen semejante.
Es común que lleve una barretina y una cara sonriente en uno de los extremos y que se sostenga con dos o cuatro patas.
Apalpador
El Apalpador (también conocido por el nombre de Pandigueiro en la comarca Terra de Trives), es, en las zonas del este de Galicia, la figura mítica de un carbonero que según la tradición baja la noche del 24 de diciembre o 31 de diciembre a tocar el vientre a los niños para ver si han comido suficientemente durante el año, dejándoles un montón de castañas, eventualmente algún regalo y deseándoles que tengan un año nuevo lleno de felicidad y comida.
En estudios sobre ritos y creencias gallegas la existencia del ritual propiciatorio de palpar la barriga de los niños en Nochevieja, que recibe así el nombre de noite de apalpadoiro, en castellano “noche de palpamiento”.
Olentzero
Olentzero, Olantzaro u Olentzaro es un personaje navarro de la tradición navideña vasca. Se trata de un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad en los hogares de Euskal Herria (País Vasco, Navarra y País Vasco francés) cuyo origen está en la zona de Lesaka.
El personaje El Olentzero es un carbonero que se representa como un hombre grueso, desarrapado, manchado de carbón, de buen comer y borrachín. Se le suele describir como "cabezón sin inteligencia" (buruhandia, entendimendu gabea) o "puerco barrigudo" (urde tripaundia). Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos.
Esteru
El Esteru es un personaje navideño originario de Cantabria, muy similar en sus funciones y aspecto básico al internacionalmente conocido como Papá Noel o Santa Claus.
Se trata de un leñador perteneciente a la mitología cántabra que durante el día de Navidad lleva regalos a los hogares de la región. Se ha recogido documentación sobre esta creencia en lugares de Cantabria como Cobijón (Udías) y Ruiseñada (Comillas), municipio este último donde el Esteru goza de gran popularidad y aparece todos los años en su Cabalgata de Reyes, sobre todo en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI. Es por tanto, junto a las anjanas, uno de los símbolos más representativo de las navidades en Cantabria. También en pueblos de Asturias, como en Llanes, hay constancia de esta leyenda.
Las Anjanas
La anjana es uno de los personajes más conocidos de la mitología cántabra. Estos seres son las hadas buenas de Cantabria, generosas y protectoras de las gentes. En la tradición oral encontramos distintas explicaciones sobre la naturaleza de las anjanas. Unos dicen que son criaturas celestiales enviadas por Dios para realizar obras buenas y que tras 400 años regresan al cielo para no volver. Otros en cambio señalan que son espíritus de los árboles encargados de cuidar de los bosques.
Suelen ser descritas de aspecto hermoso y delicado, con medio metro de estatura, ojos rasgados, brillantes pupilas negras o azules como luceros y mirada serena y amorosa. Tienen una piel blanquísima y su voz es dulce, unas veces parece un ruiseñor cuando están contentas y otras las de un escarabajo al pisar de las hojas en otoño. Esconden unas alas prácticamente imperceptibles y casi transparentes.
Entre los mitos y leyendas de Cantabria, las Anjanas llegarían a las poblaciones del interior de la región durante la madrugada del 6 de enero con la intención de traer a los niños diversos juguetes y regalos. Esto se produciría cada cuatro años y generalmente en familias pobres o de bajo nivel económico. La tradición aún se mantiene anualmente en algunas localidades de Cantabria, en convivencia con el Esteru.
El Ángulero
El Angulero, es un personaje navideño legendario de Asturias. Cuenta la leyenda que, en Asturias, y como mínimo en San Juan de la Arena todo el mundo pescaba mucha angula, pasaban la noche pescando. Hubo un hombre, que empezó a pescar cada vez menos y que su día de suerte era solo en Nochebuena. Y después pescaba menos. Y esto le empezó a ocurrir año tras año. Por eso desde aquella fecha este hombre se convirtió en el Angulero que quiso compartir con todo el pueblo su buena suerte pescando el día de Nochebuena, cuando más pescaba y mejor la podía vender para comprar regalos. Así para agradecer lo que le daba el río decidió venir a compartir con todos los niños y niñas su pesca, trayéndoles regalos a todos los pequeños de Asturias.
Pero para que traiga lo que le pidieran los niños tenían que trabajar mucho durante todo el año como hace él. Además la tradición dice que en Nochebuena hay que poner un gorro de lana al lado del árbol para que deje los regalos, y el día de Nochebuena por supuesto, hay que ir a la Cabalgata para acompañarle.
0 comentarios:
Publicar un comentario