Derribar a Wikileaks es una prioridad del Gobierno de Estados Unidos. No ha sentado nada bien que la semana pasada se filtrasen más de 250.000 documentos secretos de sus servicios diplomáticos, que el conocido portal hizo llegar a los principales periódicos del mundo. El Comité de Seguridad Nacional ha comenzado a presionar para que las empresas retiren los servicios que prestan a esta página. Bajo sus directrices, Amazon y PayPal están entre las primeras que se han sumado a la estrategia de asfixiar económicamente a Wikileaks.
La web ha sido expulsada de los servidores de Amazon Web Services, subsidiaria de Amazon, alegando que no se estaban cumpliendo los términos del contrato. Pero Wikileaks no está de acuerdo con esa versión. Creen que han cedido a las indicaciones del senador Joe Lieberman, y se han mostrado muy críticos con la compañía, a la que califican de “cobarde”. Incluso afirman que deberían dejar de vender libros “si no se sienten cómodos con la primera enmienda” (la que hace referencia a la libertad de prensa en su constitución). En su día ya tuvieron que acudir al Partido Pirata Sueco en una situación similar.
Por su parte, PayPal ha cancelado la cuenta donde los internautas realizaban sus donaciones a este portal. Los motivos aducidos por este sistema de pagos por Internet son similares, señalando que no cumplen con su política interna, entre ellas el desarrollo de “actividades ilegales”. Antes de que fuesen congeladas, el valor total de las aportaciones económicas ascendía hasta 60.000 euros. Un duro golpe para la financiación de la web.
Además, a Wikileaks se le multiplican los problemas con otras entidades. Hoy mismo, el banco suizo PostFinance ha cerrado la cuenta de Julian Assange, el fundador de esta iniciativa, cuyos fondos se situaban en 31.000 euros. Otra de las firmas que le ha retirado sus servicios ha sido EveryDNS, que hasta ahora le facilitaba el dominio www.wikileaks.org, inhabilitado en estos momentos (aunque se puede acceder mediante direcciones alternativas, como www.wikileaks.ch).
Ya en 2008, Estados Unidos trató de ilegalizar Wikileaks, aunque sus demandas no prosperaron. Tras el impacto del “cablegate”, políticos como la ex Gobernadora de Alaska, Sarah Palin, o el propio Lieberman instan a las compañías y organizaciones de todo el mundo a dar por terminada su relación con la página. Los internautas ya se están movilizando para continuar su apoyo a Wikileaks, sea buscando métodos alternativos para las donaciones o boicoteando a las empresas citadas.
lunes, 6 de diciembre de 2010
El mundo contra Wikileaks
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario